martes, 3 de febrero de 2009

Cosmogonías en el Rig Veda

Así como es posible hablar de tres grandes etapas en la evolución en los himnos rigvédicos, que van desde el politeísmo naturalista, luego el monoteísmo y finalmente el monismo filosófico, también podemos clasificar las cosmogonías de esta obra védica en tres grupos: himnos que van atribuyendo el origen del cosmos a un elemento natural, a una divinidad o a un principio metafísico.

Para el primer grupo vamos a presentar el himno de Anila que considera que todo proviene del viento, luego el himno al Purusha que representa un argumento típicamente sacerdotal porque explica el origen del cosmos como si fuese un sacrificio y el himno de Brahmanaspati, que sostiene que el ser nace del no ser.

El viento como fundamento de todo
Uno de los himnos que deja ver como los dioses naturales pueden aparecer como fuente de la realidad es el atribuido a Anila (RV X, 168). El aire (Vayu) fundamento de todas las cosas, siempre en movimiento, es visto como monarca de todo lo existente. El himno afirma que “nació antes que nadie” y por lo que es “la progenie del universo”. Veamos este himno revelador del pensamiento naturalista de los indoarios:

“1. Ahora cantaré la grandeza
del carro del Viento.
Avanza destrozandolo todo;
su ruido es atronador.
Avanza, alcanzando hasta el cielo,
produciendo rojas claridades.
Avanza, levantando sobre la tierra
torbellinos de polvo.

2. Junto con él se precipitan
las lluvias, que son suyas.
Hacia él se dirigen,
como mujeres hacia una fiesta.
El dios avanza junto con ellas,
en un mismo carro,
monarca de todo el universo.

3. Va por los caminos del espacio
y jamás se reposa.
Es el amigo de las Aguas,
el que nació antes que nadie,
cumplidor del Orden.
¿De dónde provino?
¿De dónde surgió?

4. Es el aliento de los dioses,
la progenie del universo.
A su voluntad se desplaza.
Se oye el tremendo ruido que produce,
pero su forma es invisible.
Al dios Viento rindamos homenaje.” (RV, 168)

La importancia del viento se transformará en himnos al aliento vital (prana), que ya desde el Atharva Veda vuelve a ser considerado como fundamento de toda existencia. Aún hasta nuestros días, prana es uno de los términos más importantes de la mentalidad india.

El sacrificio como origen de todo
Este himno al Purusha también está dedicado a la creación, una creación mediante un sacrificio. Los dioses y los sabios sacrificaron el Purusha, el primer hombre y de su división surgió la creación. Dice la primera estrofa del Himno X, 90:

“Innumerables cabezas
tenía el purusha,
innumerables ojos,
innumerables pies.
Por todas partes
cubría a la tierra
y aun en diez dedos la sobrepasaba.”

Y en la segunda estrofa señala:

“El purusha es todo esto,
lo que ha sido,
lo que será.
Es el señor de lo inmortal
y de lo que crece con el alimento.”

En la estrofa 6 y 7 nos habla del sacrificio. En la estrofa 8 y siguientes nos indica cómo surge la creación:

“En este sacrificio,
ofrecido totalmente,
se recogió la grasa coagulada.
Con ella crearon a los animales,
que viven en el aire,
en los bosques y en las aldeas.

De este sacrificio,
ofrecido totalmente,
nacieron las estrofas.
Y las melodías;
de él nacieron los versos
y las fórmulas litúrgicas.

De él nacieron los caballos,
y las bestias que tienen dentada la boca;
y nacieron las vacas,
las cabras y los corderos.

Cuando dividieron al purusha
¿en cuantas partes lo distribuyeron?
¿Cómo se llamó a su boca?
¿Cómo se llamó a sus brazos?
¿Cómo se llamó a sus muslos?
¿A sus pies?

Su boca fue el brahmán,
sus dos brazos el guerrero,
sus muslos el vaishya;
de sus pies nació el shudra.

De su mente nació la luna,
del ojo nació el sol,
Indra y Agni de su boca;
de su aliento nació Vayu.

De su ombligo surgió el espacio;
de su cabeza se desarrolló el cielo;
de sus pies nació la tierra,
y de sus orejas las regiones.
Así construyeron a los mundos."

El no-ser como origen del ser
Los sacerdotes del final de la etapa de los samhitas están buscando respuestas más elaboradas, lo cual encierra cierta insatisfacción en el contenido de sus himnos. Mezcla de inquietudes y temperamentos que buscan una respuesta al origen de las cosas. Ya en el libro X encontramos himnos cuyas respuestas más abstractas van sembrando las semillas de la actitud metafísica de los indios posteriores. Entre los himnos que destacan el origen de las cosas a partir de un principio metafísico destacan el X, 72 (el himno a Brahmanaspati) y el X, 129 (Himno de la Creación). Como éste último será desarrollado posteriormente, vamos a presentar el primero en sus cinco primeras estrofas.

"1. Permítenos con una oración proclamar el nacimiento de los dioses,
Que un hombre pueda verlos en una época futura,
Cuando estos himnos sean cantados.
2. Brahmanaspati como forjador les sopló juntos
(con sus fuelles); en una época anterior de los dioses,
El Ser nació del No-Ser.
3. En la primera edad de los dioses, el Ser nació del No-Ser,
Después nacieron las Regiones (el espacio),
De ellos Uttanapada;
4. A partir de Uttanapada nació la Tierra, las Regiones
Nacieron de la Tierra. Daksa nació de Aditi,
Y Aditi de Daksa.
5. Por Aditi nació, Oh Daksa, ella quien es su hija;
Después de ella nacieron los dioses, los bendecidos,
Quienes comparten la inmotalidad."

Bibliografía
BARUA, Benimadhad. Historia de la filosofía india prebudista.
Barcelona, Visión Libros, 1981.
TOLA, Fernando. Himnos del Rig Veda
Buenos Aires, Sudamericana, 1968.
VILLAR, Francisco. Himnos védicos.
Madrid, Editora Nacional, 1975.

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